Anorexia nerviosa
Se define como el rechazo a mantener el peso por encima del mínimo adecuado para la edad y altura de la persona. Además conlleva una distorsión de la imagen corporal, que no les hace darse cuenta de su estado físico real. Las personas con anorexia tienen la autoestima muy deteriorada debido a que el concepto que tienen de sí mismas depende en su mayor parte de su imagen corporal y su capacidad para controlar el peso.
La anorexia cada vez es más prevalente en nuestra sociedad, sobretodo en la población infanto-juvenil y no debemos restarle importancia, ya que tiene una tasa de mortalidad de entre un 10% y un 18% de las personas que la padecen, sobre todo en casos de larga evolución. Sin llegar a tales extremos, la anorexia conduce a diferentes tipos de alteraciones funcionales, tales como amenorrea, debilidad muscular, alteraciones metabólicas, depresión, aislamiento social…
La mayoría de los casos de anorexia comienzan con una dieta, la persona se pone un peso que quiere alcanzar. Una vez conseguido ese objetivo intenta adelgazar un poco más para tener un ´´margen de seguridad´´ y poco a poco se van desarrollando comportamientos propios de esta enfermedad, como rituales para disminuir el hambre, controlar la dieta para ingerir cada vez menos calorías, realizar excesiva actividad física…
Este deseo de adelgazar se acaba convirtiendo en una obsesión y en la principal preocupación. Además la capacidad de control de su cuerpo y su peso produce satisfacción a la persona, que poco a poco se va a metiendo en una enfermedad muy grave que produce daños irreversibles en el organismo. Por lo tanto, es importante pedir ayuda a un psicólogo ante la sospecha de que un familiar o amigo/a pueda padecer anorexia, para un diagnóstico e intervención temprana.
Existen dos tipos de anorexia:
- Restrictiva: utiliza como método para controlar el peso y la silueta dietas muy estrictas y excesivo ejercicio físico. La anorexia restrictiva es típica de personas perfeccionistas, hiper-responsables, rígidas y con sentimiento de ineficacia.
- Purgativa/compulsiva: recurre regularmente a pequeños atracones que compensa provocándose el vómito, ingiriendo laxantes o diuréticos…. La anorexia purgativa o compulsiva es típica de personas más impulsivas, con altibajos emocionales y altos niveles de ansiedad.
Plan de tratamiento
El papel del psicólogo en la intervención de la anorexia debe comenzar por crear un plan totalmente individualizada para cada caso, ya que estamos ante una enfermedad muy compleja con gran número de variantes y de síntomas asociados. Sin embargo, tratamiento en líneas generales se basa en una rehabilitación nutricional que tiene como objetivos:
- Crear hábitos alimenticios saludables
- Adquirir de nuevo señales de saciedad y hambre
- Corregir las secuelas físicas de la malnutrición.
Pero no debemos olvidar que la anorexia es una enfermedad psicológica, por lo tanto para evitar recaídas y superarla es necesaria una intervención cognitiva cuyos objetivos principales son:
- Corregir los pensamientos irracionales sobre la comida y la ganancia de peso
- Trabajar la distorsión de la imagen corporal
- Fortalecer la autoestima.
- Desarrollar las habilidades sociales y comunicativas de la persona hacia su entorno, que pueden haberse visto afectadas durante la enfermedad.
Bulimia nerviosa
La bulimia se caracteriza por atracones regulares, que consisten en una ingesta compulsiva de gran cantidad de comida en un corto espacio de tiempo unida a la sensación de pérdida de control sobre la ingesta. Estos atracones son compensados por conductas purgativas con la finalidad de no ganar peso tras el atracón, como la provocación del vómito, uso de laxantes, posterior ayuno o ejercicio físico excesivo…
Las personas afectadas por bulimia nerviosa por lo general se encuentran con un peso normal o sobrepeso. Sin embargo, tienen la autoestima muy deteriorada, ya que está totalmente influida por la sensación de falta de control sobre la ingesta y la distorsión de la imagen corporal. Además, estas personas suelen avergonzarse de sus conductas compulsivas y ocultan su enfermedad.
En la actualidad la bulimia afecta entre el 1 y el 3% de las mujeres en la etapa infanto-juvenil, siendo la prevalencia en los hombres 10 veces menor, sin embargo cada vez más chicos la padecen.
Al igual que la anorexia, la bulimia, es una enfermedad compleja con muchos síntomas psicológicos asociados, como síntomas depresivos, problemas de ansiedad, es frecuente que estas personas padezcan ansiedad social. Abuso o dependencia de sustancias, generalmente alcohol y estimulantes suele iniciarse por un intento para controlar el apetito y el peso. También la bulimia nerviosa es muy frecuente en personas con dificultad para el control de impulsos e inestables emocionalmente.
Plan de tratamiento
En cuanto a la intervención, como psicóloga, ofrezco llevar a cabo con el paciente un terapia desde la perspectiva cognitivo-conductual, que ha demostrado ser la más eficaz en estos casos. La intervención tiene como objetivo:
- Reducir los atracones y las conductas compensatorias.
- Mejorar la autoestima y la visión que la persona tiene sobre su propio cuerpo.
- Fomentar un estilo de vida saludable para evitar recaídas.
De forma simultánea es muy importante tratar los síntomas asociados a la bulimia como la ansiedad, sentimiento de inferioridad, depresión, adicciones…para que la persona alcance un adecuado nivel de satisfacción con su vida y consigo mismo/a.
Trastorno por atracón
Consiste en una ingesta compulsiva de comida, pero en este caso no va seguida de conductas compensatorias (vómitos, ejercicio físico).
La persona con este trastorno pierde el control sobre la ingesta de comida. Los atracones son regulares y frecuentes, durante los cuales la persona ingiere gran cantidad de comida en un corto espacio de tiempo. Generalmente esta ingesta compulsiva suele ir seguida de un sentimiento de culpa, vergüenza, y síntomas depresivos.
Plan de tratamiento
Entre un 20% y un 30% de los pacientes con trastorno por atracón tienen obesidad por lo tanto la intervención más adecuada consiste en combinar la terapia psicológica con una dieta saludable.
La intervención como objetivos:
- Aprender a interpretar las señales reales del hambre.
- Valorar de forma adecuada cuál es la cantidad correcta de comida que necesita para nutrirse correctamente, sin pasar hambre, pero sin recaer en su problema de falta de autocontrol.
- Trabajar habilidades de control de impulsos.
- Enseñar estrategias del manejo del estrés y las crisis emocionales, ya que muchas personas que padecen este trastorno recurren a la comida para reducir la ansiedad.
Como en el resto de trastornos alimenticios, la solución no suele llegar de forma inmediata, sino que se basa en la construcción de unos hábitos perdurables y saludables, lo cual suele llevar cierto tiempo.