Problema de conducta

Hay niños y jóvenes que desarrollan patrones de conducta que se caracteriza por una forma persistente y reiterada de comportamiento en el que se violan los derechos básicos de los otros o las normas sociales. Los comportamientos problemáticos típicos en la etapa infanto-juvenil,  incluyen peleas frecuentes, intimidaciones, crueldad hacia personas o animales, destrucción de propiedades ajenas, incendio, robo, mentiras reiteradas, faltas a la escuela, fugas del hogar, provocaciones, desafíos y desobediencia graves.

Problemas de conductaSon niños/as que  tienen dificultades en darse cuenta de  los sentimientos de los demás, están a la defensiva ya que interpretan las intenciones de los otros como amenazantes y hostiles,  razón por la cual suelen responder con agresividad ya sea verbal o física.

A pesar de su imagen de dureza, tienen un fuerte sentimiento de inseguridad, así como baja tolerancia a la frustración y al fracaso, que los compensan con una actitud desafiante y hostil.

Esta patrón comportamental se puede asociar con un comienzo temprano de la actividad sexual, consumo de sustancias, fracaso escolar… Es crucial la intervención temprana en estos casos, ya que con frecuencia estos niños/as pueden desarrollar un trastorno de personalidad antisocial en la edad adulta.

Tratamiento

Como psicóloga infantil en Salamanca, ofrezco una intervención dirigida tanto al niño como a los familiares en los contextos naturales donde ocurren los episodios (domicilio, colegio...). Esta intervención tiene como objetivo el entrenamiento en la solución de los problemas, es decir entrenar a la persona en comportamientos alternativos a las conductas que queremos eliminar. Durante la terapia la persona trabajará con sus emociones y sentimientos para aprender a manejarlos,  entenderlos y expresarlos de forma positiva y  no canalizarlos en forma de rabia y agresividad.

Por otro lado, es importante que los padres y familiares sepan cómo reforzar y motivar al niño/a para el cambio, ya que muchas veces los padres,  aunque con la mejor intención, fomentan estos comportamientos negativos de los hijos, plegándose a sus exigencias para evitar el conflicto.